Hoy os voy a hablar sobre el periodo embrionario y fetal, ya que es un tema sobre el que me preguntan muchas mujeres embarazadas.
Parece increíble que de dos células distintas pueda formarse una persona. Esto es el milagro de la vida.
Pero ¿Cómo crece el bebé dentro del útero materno?
Se pueden diferenciar dos periodos:
PERIODO EMBRIONARIO
Tercera semana: durante la tercera semana después de la fecundación, tu futuro hijo (llamado ahora embrión) está formado por tres capas de células a partir de las cuales se van a originar los distintos tejidos y órganos. En esta etapa tiene ya el corazón y un sistema de circulación primitivo que mide 2 mm.
Cuarta semana: el embrión es cilíndrico y curvado, existen indicios de las extremidades superiores y aparecen las de las inferiores. Se forma el cordón umbilical y su tamaño es de 4 mm.
Quinta semana: se produce un aumento evidente de la cabeza debido al rápido desarrollo del cerebro. El embrión mide de 11 a 12 mm.
Sexta semana: se desarrollan las extremidades, aparecen los indicios del conducto auditivo externo y los pabellones auriculares. Mide de 20 a 22 mm.
Séptima semana: se ven claramente los dedos de la mano y empiezan a crecer los dedos de los pies. Mide 30 mm aproximadamente.
Octava semana: tu futuro hijo ya tiene párpados y, aunque los genitales han comenzado a diferenciarse, aún no es evidente el sexo del bebé. Al final de esta semana se completa el desarrollo del embrión, tiene características humanas incuestionables y su tamaño es de 40 mm.
PERIODO FETAL
Se llama así al periodo de desarrollo de tu bebé desde la 9ª semana hasta el nacimiento.
Esta etapa es la más larga y se caracteriza por el desarrollo del cuerpo y la diferenciación de los tejidos y órganos que se formaron durante el periodo embrionario.
De 9 a 12 semanas: el esqueleto empieza a osificarse y tu futuro hijo (llamado ahora feto) empieza a moverse aunque tú aún no lo percibes. Al final de la semana 12 se diferencian los genitales externos de mujeres y varones.
De 13 a 16 semanas: el crecimiento del cuerpo es más rápido.
De 17 a 20 semanas: puedes sentir ya claramente los movimientos de tu bebé y también se puede escuchar el latido fetal con un aparato para ello. La piel del feto se recubre con una sustancia grasa, que le sirve de protección, llamada vérmix caseoso y de un vello muy fino y suave llamado lanugo.
De 21 a 25 semanas: se presenta una clara ganancia de peso y el feto está más proporcionado. Su piel está arrugada y rojiza porque se transparentan los vasos sanguíneos superficiales.
De 26 a 29 semanas: algunos fetos nacidos en esta epata ya pueden sobrevivir con cuidados intensivos, aunque pueden tener riesgo de complicaciones asociadas. Durante esta epata, tu futuro hijo ya abre los ojos y ya no está arrugado porque se forma una considerable capa de grada por debajo de la piel.
De 30 a 34 semanas: tu bebé ya tiene reflejo pupilar ante la luz. El lanugo desaparece de la cara. La piel es rosa y suave y las extremidades regordetas. Los fetos que nacen en este periodo por lo general sobreviven.
De 35 semanas a término: el feto tiene orientación espontánea a la luz. El lanugo prácticamente ya ha desaparecido. Sus movimientos son más vigorosos. El peso promedio al nacer es de 3000 gramos y la longitud de 50 cm.
El milagro de la vida que comenzó hace nueve meses, se hace realidad de la mano de una mujer: una mujer hasta ahora embarazada, UNA MADRE.