Se consideran defectos del tubo neural un gran número de malformaciones congénitas (anencefalia, espina bífida, etc) producidas cuando el tubo neural, abierto en las primeras semanas de desarrollo embrionario, no logra cerrarse.
Este tipo de defectos son de los más habituales entre todas las malformaciones congénitas encontradas. En España 8 de cada 10.000 niños nacidos vivos presentan este problema.
El riesgo aumenta en mujeres con un embarazo previo afectado, en las mujeres con diabetes mal controlada y en las que reciben tratamiento con antiepilépticos.
El ácido fólico juega un papel importante en la prevención de este tipo de malformaciones congénitas. La toma de ácido fólico en la dieta es insuficiente, por lo que se recomienda una dosis de 400 microgramos en mujeres en edad fértil que hayan planificado un embarazo, durante un mes antes de la concepción y tres meses después de la misma, un comprimido diario, administrado antes de las comidas.
En mujeres con un embarazo previo afectado, se necesita una dosis mayor, suplementos de 4 mg/día desde 4 semanas antes de la concepción hasta 12 semanas después de la concepción.
Para otros factores de riesgo como mujeres con antecedentes familiares de estos defectos (distintos de un hijo) de ella o de su pareja, vegetarianas, enfermas de sida, diabéticas y epilépticas, no hay consenso en las recomendaciones, por lo que, en cada caso deberá valorarse riesgos y beneficios de la administración de 4 mg/día.
Si tienes dudas, ¡pregunta a tu matrona!