Hoy os voy a hablar cómo se adapta el recién nacido a la vida extrauterina.
Con el nacimiento de un bebé tienen lugar una serie de cambios en su organismo para adaptarse al medio extrauterino.
Los cambios más importantes que nos podemos encontrar son : respiratorios, circulatorios y metabólicos.
Hoy os voy a contar todas estas modificaciones que ocurren en el cuerpo del recién nacido.
CAMBIOS RESPIRATORIOS
Tras el parto, el recién nacido iniciará la ventilación pulmonar, ya que en el útero la manera de oxigenarse era a través de la placenta.
Los mecanismos que desencadenan la primera respiración son varios. Existen estímulos físicos (como el cambio del temperatura al salir del útero), estímulos sensoriales (táctiles, auditivos, olfatorios), estímulos químicos (se estimula el centro respiratorio porque el nacimiento supone un episodio transitorio de disminución del oxígeno en sangre) y estímulos mecánicos (el propio paso por el canal del parto supone un drenado de hasta un 30% de las secreciones pulmonares).
Una vez se ha iniciado la primera respiración del recién nacido y con las primeras respiraciones se va a conseguir que el líquido que estaba durante el embarazo dentro de los pulmones, salga hacia el exterior y se reabsorba. De esta manera el oxígeno podrá llegar a todo su organismo.
CAMBIOS CIRCULATORIOS
En el feto (bebé intrauterino), la circulación es diferente: el circuito pulmonar no va a funcionar y el intercambio gaseoso correrá a cuenta de la placenta. Para desviara al sangre cuando llega a la aurícula derecha existen dos sistemas, el Foramen oval y el Ductus arterioso.
El feto recibe el oxígeno a través de la placenta por medio de la vena umbilical que transporta sangre oxigenada. La vena umbilical llega al Conducto Venoso de Arancio o Ductos Venoso (a nivel del hígado) y de ahí pasa a la vena cava inferior y a la aurícula derecha. Para salvar la circulación pulmonar el feto cuenta con el Foramen Oval o Agujero de Botal que comunica ambas aurículas, y la sangre pasa directamente de la aurícula derecha a la aurícula izquierda. De la aurícula izquierda, pasa al ventrículo izquierdo aorta ascendente (lleva la sangre a las extremidades superiores, cabeza y capa muscular del corazón). Esta sangre es la mejor oxigenada.
Una parte de la sangre que llega a la aurícula derecha sí pasa al ventrículo derecho, y de ella sólo un 8-10% llega al pulmón, lo nutre y regresa a la aurícula izquierda, ventrículo izquierdo y aorta ascendente. El resto de la sangre que alcanza el ventrículo derecho pasa por el Ductus arterioso , que comunica la arteria pulmonar con la aorta descendente, para irrigar las vísceras del abdomen, pelvis y extremidades inferiores.
El retorno de la sangre del cuerpo se recoge por las arterias umbilicales hacia la placenta.
Tras el nacimiento, finaliza la circulación de sangre procedente de la placenta y se favorece que la circulación. También tiene lugar el cierre del foramen oval, del ductus arterioso, del conducto venoso de Arancio y de los vasos umbilicales (por clampaje del cordón).
ADAPTACIÓN METABÓLICA
Cuando el recién nacido es separado de su madre tiene que poner en marcha mecanismos necesarios para mantener su metabolismo basal, temperatura, actividad muscular y niveles de azúcar en sangre.
Tras el nacimiento, los niveles de azúcar en sangre disminuyen rápidamente, alcanzando los niveles más bajos a la 1-2 horas de vida y estabilizándose a las 3-4 horas. Los valores medios de azúcar en sangre en un recién nacido de más de 2500 gramos en los tres primeros días de vida son 60-70 mg/dl. Subiendo un poco después.
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