Los calambres en las piernas son normales y frecuentes durante el embarazo, especialmente durante el segundo y tercer trimestre.
Estos espasmos doloroso que se irradian hacia arriba y hacia debajo de las pantorrillas son más frecuentes durante la noche y en ocasiones pueden incomodar a la embarazada y dificultar su reposo.
Se desconoce con certeza qué causa los calambres en las piernas. Se cree que el aumento de peso durante el embarazo, la compresión de los vasos sanguíneos de las piernas y posiblemente la dieta (exceso de fósforo y escasez de calcio o magnesio) podría ayudar a la aparición de este trastorno.
Sea cual sea la causa, hay diferentes maneras de poder prevenirlos así como aliviarlos si ya se han producido:
Estirar las piernas
Cuando se nota un calambre en la pierna, hay que estirar la pierna y flexionar lentamente el tobillo y los dedos del pie en dirección a la nariz. Esto seguramente alivie pronto el dolor.
Si se hace este ejercicio varias veces con cada pierna antes de acostarse en la cama, puede incluso evitar la aparición de los calambres.
Ejercicios de estiramiento
Estos ejercicios también pueden ayudar a evitar los calambres.
Consisten en situarse de pie a unos 60-70 cm frente a una pared, con las palmas de las manos contra ella. Inclinarse hacia delante, mientras se mantienen los talones en el suelo, sin levantarlos.
Mantener esta posición durante 10 segundos y luego relajar durante 5 segundos.
Repetir el estiramiento 3 veces.
Masajes
Pueden aliviar el problema. Siempre desde los pies hacia la rodilla.
Poner las piernas en alto
Para disminuir la carga diaria sobre las piernas. Elevar los pies tan a menudo como se pueda.
Uso de medias de compresión
Mejoran la circulación, y previenen la formación de varices.
Beber agua
Asegurarse de beber lo necesario para estar bien hidratada.
Dieta equilibrada
Comer sano y equilibrado puede ayudar a evitar los calambres. Realiza la ingesta adecuada de calcio y magnesio.
Ponerse de pie en una superficie fría
A veces esta medida ayuda a controlar el espasmo.
Si tras estos consejos continúa sin mejorar el dolor, siendo severo y persistente, acude a tu médico/matrona, ya que podría tratarse de otro problema de mayor importancia, siendo necesaria la asistencia médica.