Hoy os voy a hablar sobre cómo mejorar las náuseas en el embarazo, ya que es un tema muy frecuente y molesto en las gestantes.
Las náuseas y vómitos aislados en el embarazo son un síntoma muy frecuente en el primer trimestre del embarazo. Normalmente aparecen en forma leve (1-2 vómitos al día) y sin ocasionar problemas con la ingesta de alimentos. Suelen tener lugar antes de las 9 semanas de embarazo y desaparecen sobre las 16 semanas en el 90% de las mujeres. Pueden darse en cualquier momento del día, pero son más frecuentes por la mañana. Aunque lo más frecuente es que las náuseas se vayan pasado el primer trimestre de gestación, aquellas mujeres que todavía experimentan este síntoma pasado este periodo mantienen una intensidad relativamente constante durante todo el embarazo. En la mayoría de las ocasiones las náuseas y los vómitos son un problema sin impacto a largo plazo en la salud de la mujer.
Sin embargo, en algunas ocasiones las mujeres embarazadas pueden tener náuseas y vómitos imparables, asociados además a pérdida de peso, deshidratación y en algunos casos hospitalización. Este fenómeno se conoce como hiperémesis gravídica, y ocurre entre el 0,5 y el 2% de las gestantes.
Aunque se desconocen sus causas, se cree que puede estar asociada con niveles altos de estrógenos y de la hormona del embarazo (beta-hCG) y existir también cierta predisposición familiar y/o personal. También hay mayor riesgo de sufrir náuseas y vómitos si aparecieron en una gestación anterior, si madre o hermana padecieron náuseas y vómitos intensos durante el embarazo, si la mujer suele padecer de mareos o migrañas y/o si la mujer presenta un embarazo múltiple o está embarazada de un feto de sexo femenino.
CONSEJOS PARA MINIMIZAR SUS EFECTOS
Recomendaciones dietéticas:
Alimentos que hay que evitar:
- Bebidas con gas, irritantes (alcohol o cafeína) o ácidos (zumos de naranja).
- Bebidas calientes.
- Alimentos que produzcan náuseas y/o vómitos.
- Alimentos grasos (fritos, salsas, rebozados, empanados).
- Comidas caldosas (sopas, leche, zumos, etc).
- Evitar cocinar una misma.
Organización de las comidas:
- Realizar varias comidas al día (5-7 ingestas), en cantidades pequeñas.
- Si las náuseas se producen siempre en el mismo momento del día, cambiar los horarios de las comidas.
- Comer despacio, masticando debidamente los alimentos en un ambiente tranquilo.
- Comer algo antes de levantarse de la cama por las mañanas: ¡déjalo preparado en la mesilla por la noche (galletas, frutos secos, etc)! Al despertar, las náuseas suelen ser más fuertes porque el estómago está vacío.
- Comer algo antes de irse a la cama por las noches: puede ayudar a tener el estómago en mejores condiciones a la mañana siguiente.
- Comer lo que siente bien al cuerpo y apetezca.
- Consumir alimentos con alto contenido en proteínas y carbohidratos complejos. Evitar los alimentos con alto contenido de grasa y de sal, pero bajos en nutrientes.
- Hay que dar preferencia a las comidas ligeras a base de fruta, verduras, pescado fresco, yogur y cereales, que ayudan a regular el intestino y que favorecen la digestión.
- En la medida de lo posible, intenta variar la alimentación.
- A medida que cesen las náuseas y/o vómitos, se puede valorar introducir paulatinamente:
- Iniciar la tolerancia con alimentos secos: galletas, pan tostado, etc.
- El pan, la pasta, el arroz y la patata, en general, son bien tolerados.
- Las verduras, al principio tómalas al vapor o hervidas con aderezos ligeros (un poco de aceite y poca sal). Incluye posteriormente las ensaladas y verduras crudas que son más difíciles de digerir.
- Las frutas pueden tomarse enteras o en zumos. Introducir al final las que sean más ácidas (naranja, kiwi, mandarina, etc) o con mayor contenido graso (coco y aguacate).
- Los lácteos inicialmente conviene tomarlos bajo en grasas. Según aumente la tolerancia puedes ir incorporando aquellos con mayor contenido graso.
- En cuanto a las carnes, pescado y huevos, es preferible el consumo de carnes y embutidos magros, evitando aquellos alimentos que despiden más olor (huevo cocido, pescado, etc) y los de mayor contenido graso (huevo frito, cordero, etc).
Mantener una buena postura corporal tras las comidas (semisentada).
Beber líquidos: Es importante para mantenerse hidratada. Para ello, bebe en muy pequeñas cantidades: a sorbos o con una cuchara cada 10-15 minutos, a lo largo de todo el día.
Evitar acercarse a olores que provoquen náuseas.
No utilizar ropa apretada.
Tomar algún suplemento vitamínico prenatal para compensar la posible deficiencia de nutrientes: habla con tu médico para ver si es tu caso.
Utilizar el jengibre: en sopas, magdalenas, té, galletas o caramelos. Incluso el olor del jengibre fresco puede aliviar el mareo. El jengibre ha demostrado beneficio clínico en el tratamiento de las náuseas y vómitos durante las primeras etapas de la gestación. Se emplea desde la antigüedad como planta medicinal en el tratamiento de dolencias gastrointestinales.
Descansar: el cansancio físico y el psicológico pueden agravar las náuseas.
Tomarse las cosas con tranquilidad.
Cuidarse la boca: lavarse la boca con una pasta de dientes que no maree aún más o enjuagarse después de vomitar y después de cada comida.
Probar con las muñequeras de acupresión: para presionar en los puntos de acupresión, situados en la cara interna de la muñeca, con el fin de reducir las náuseas. No tiene efectos secundarios y se pueden comprar en farmacias o en tiendas de productos naturales.
Probar con la medicina alternativa y complementaria: acupuntura, acupresión, biofeedback, hipnosis, etc. La meditación y la visualización también pueden servirte de ayuda.
No automedicarse. Evitar tomar medicamentos para las náuseas del embarazo, pero si lo necesitas, consulte primero con tu médico. Actualmente se ha añadido al arsenal terapéutico del tratamiento de los vómitos y las náuseas en el embarazo una nueva formulación, que conjuga el extracto de jengibre, la vitamina B6 y el magnesio.
¿CUÁNDO CONSULTAR CON UN PROFESIONAL SANITARIO?
Será necesario consultar con un profesional sanitario cuando:
- Las náuseas no mejoran a pesar de intentar con remedios caseros.
- Las náuseas y los vómitos continúan más allá del cuarto mes del embarazo, lo cual le sucede a algunas mujeres y generalmente es normal, pero se debe verificar.
- Pierdes peso.
- Vomitas sangre (acuda de inmediato a urgencias).
- Vomitas más de 3 veces al día o no puedes retener ningún alimento sólido o líquido.
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