Las compresas son rectángulos de material absorbente que se pegan dentro de la ropa interior para absorber la sangre de la menstruación.
Algunas compresas disponen de un material adicional a ambos lados. Esas “alas” se pliegan en los bordes de la ropa interior para que se puedan mantener mejor en su sitio y, así, impedir que se produzcan escapes.
Hay muchos tipos diferentes de compresas, como los siguientes:
súper
ultrafinas
para la noche
perfumadas
maxi
mini
Las compresas de deben cambiar cada 3 o 4 horas, incluso aunque tu flujo menstrual sea escaso. Cambiarse la compresa con regularidad impide que se acumulen bacterias y que las compresas huelan mal. Si tu flujo menstrual es abundante, tendrás que cambiarte de compresa más a menudo para evitar los escapes.
Hay dos tipos de compresas que cumplen la misma función, pero que se utilizan de una forma diferente: desechables y reutilizables.