El dolor durante la lactancia es muy frecuente, sobre todo durante los primeros meses y conlleva un sufrimiento innecesario de la mujer lactante, así como el riesgo de abandono de la lactancia.
Ante toda madre lactante que acude con dolor en el pezón o la mama habrá que hacer una valoración de la anatomía oral del niño, la postura, el agarre, la transferencia de leche y el aspecto del pecho, para finalmente hacer una valoración y un manejo de la situación según el diagnóstico apropiado.
Habrá que tener en cuenta los siguientes puntos: si el dolor es en el pezón y/o en la areola, si hay un nódulo palpable en la mama que disminuye de tamaño con el vaciado de la leche, si existen pinchazos o cambios de la coloración del pezón, si el niño se muestra inquieto durante las tomas, si aparece un dolor profundo en la mama, si el lactante presenta muguet o candidiasis del pañal o si existe un eritema en el pecho.
Todos estos datos nos harán sospechar las principales causas de dolor que son: grietas en el pezón, dermatitis irritativa, perlas de leche, obstrucción de un conducto, vasoespasmo, mastitis y candidiasis del pezón.