¿Cuánto tiempo necesita el bebé en cada pecho?
Al principio de la tetada el bebé mama unas cuantas veces con rapidez y luego empieza a hacerlo más profunda y rítmicamente.
A veces mama un rato para luego descansar, volver a mamar unas cuantas veces y volver a descansar de nuevo.
Es muy variable la duración de cada mamada. Algunos niños, sobre todo al principio, necesitan 20-30 minutos en cada pecho; otros cuando tienen varios meses de práctica, acaban en menos de 3 minutos y ya no quieren más. Es normal que no aguanten las tres horas sin tomar, casi ninguno lo hace.
No es conveniente contar los minutos ni limitar la duración de la toma porque esto puede impedir que el bebé tome la leche que necesita.
¿Es suficiente con un solo pecho?
Mientras que el bebé tenga interés por mamar en un pecho se le deja mamar hasta que se suelte o se quede dormido. Después se le ofrece el segundo pecho, aunque no todas las veces querrá mamar de él. Lo más importante es que vacíe bien el primer pecho antes de pasar al segundo.
Después de terminar el primer pecho se puede cambiar el pañal si es necesario antes de ofrecerle el segundo, que no siempre querrá tomar.
El bebé suele eructar sin problemas al incorporarle. También se puede colocar sobre el hombro, y no es necesario darle golpecitos en la espalda, sino que un simple masaje es suficiente. No obstante, no es totalmente imprescindible hacerlo, ya que no se suele tragar mucho aire, a diferencia que con los biberones. Si se ha quedado dormido, no es necesario despertarle.
¿Cuántas veces se da de mamar al bebé?
El pecho da más leche cuanto más se da de mamar. Durante la lactancia, tanto el cuerpo del hijo como el de la madre están preparados para regularse mutuamente de forma natural.
Cada bebé tiene su propio ritmo. Algunos duermen varias horas por la mañana, pero pasan la tarde mamando continuamente.
Existen periodos en los que el bebé está inquieto y cambia su ritmo pidiendo más a menudo. Esto es normal y de esta manera aumenta la producción de leche necesaria para su desarrollo.
El pecho no tiene horario y se recomienda, por tanto, amamantar sin horarios. Simplemente, cada vez que el bebé busque o llore, se le ofrece el pecho sin mirar el reloj.
¿Cómo se sabe por qué pecho hay que empezar?
Se ofrece el último pecho que tomo el bebé si no lo vació de forma completa.
¿Es necesario despertar al bebé para darle el pecho?
Habrá que comprobar si moja de seis a ocho pañales con orina clara y si progresa su peso lo suficiente.
El recién nacido mama entre 8-12 veces en 24 horas, aunque no importa si mama menos si va aumentando de peso. De no ser así será conveniente despertarlo para que mame cada 2-3 horas.
¿Qué hacer cuando llora?
No hay que dejarle llorar ni entretenerlo en brazos ni darle ningún biberón con agua o leche. Todo esto es erróneo.
Para comprobar si llora por hambre, se ofrece el pecho al bebé, aunque haya mamado hace poco tiempo porque la leche materna se digiere fácilmente.
¿Cómo aumentar la producción de leche?
La lactancia frecuente y sin restricciones aumenta la producción de leche y la ganancia de peso del bebé. Pero a pesar de esto, algunas madres piensan que no tienen suficiente leche o que se quedan sin ella.
Cuanto más mama el bebé, más leche produce. Si hay demasiada leche, el niño mama menos y disminuye la producción. Y si hay poca leche, el bebé mama más y aumenta la producción. Porque la succión estimula la secreción de prolactina y ésta regula la producción de leche.
Es necesario no alterar este equilibrio con el uso del biberón o chupete, o siguiendo un horario rígido. Ya que seguir un horario para dar el pecho es una de las causas de fracaso de la lactancia.
¿Qué ocurre cuando el bebé pide el pecho continuamente?
Los días que el bebé pide el pecho continuamente se conocen como días de crisis de crecimiento.
Las crisis de crecimiento aparecen en distintos momentos (a las dos semanas, tres meses, etc), siendo variable según cada bebé.
Durante uno o dos días, el bebé necesita aumentar la producción de leche y para ello mama más veces de lo habitual.
¿Y durante la noche?
El pecho es mucho más que un alimento; da compañía y consuelo. En los primeros meses lo más frecuente es que el bebé se despierte para mamar por la noche. Tanto si está nervioso como si tienen hambre, se le puede calmar con el pecho sin levantarse de la cama, en una postura tumbada.
Amamantar de noche resulta muy cómodo si el bebé está cerca de la madre, por eso resulta muy recomendable el colecho. En estos casos no es necesario cambiarle de pañal si se queda dormido después de mamar, salvo situaciones especiales.
Dar de mamar por la noche produce una mayor descarga de prolactina y ésta hace que aumente la producción de leche.