El dolor es una sensación humana universal que generalmente hace sospechar que algo no va bien en el cuerpo.
Existen tres aspectos del dolor:
- Aspecto sensitivo: son las sensaciones físicas.
- Aspecto afectivo: son los sentimientos y emociones.
- Aspecto cognitivo: son los pensamientos.
Sin embargo, el dolor del parto es el único dolor positivo que existe, y este es un aspecto muy importante para tener en cuenta, para poder gestionarlo de una manera adecuada.
Características del dolor durante el parto
Según la etapa del parto en la que nos encontremos, el dolor puede ser debido a diferentes factores.
En la fase de dilatación las contracciones causan dolor porque disminuye el riego sanguíneo del útero mientras se producen. Además, durante esta fase, el estiramiento y la tracción de los músculos del cuello del útero van a generar dolor. Otro factor generador del dolor en esta fase es la presentación fetal, ya que este encajamiento en la pelvis aumenta la incomodidad y el dolor. También hay que tener en cuenta, que si se tiene miedo se estará más tensa y esta tensión también va a provocar dolor. Finalmente, las características fisiológicas individuales de cada mujer también influyen en los límites personales del dolor en este periodo.
Durante el expulsivo, además de los factores anteriormente mencionados, el dolor se puede originar por el estiramiento de la vagina y del suelo pélvico y la presión sobre el periné por acomodación de la presentación fetal. Este estímulo doloroso se puede transmitir por los nervios torácicos, lumbares y sacros, siendo estás zonas también afectadas. A esto hay que añadirle que las contracciones serán más intensas y el cansancio estará más presente.
En la última etapa del parto, el alumbramiento, la mujer ya se encuentra mucho mejor tras dar a luz a su bebé. Sin embargo, también puede notar alguna molestia debido a la salida de la placenta, algún desgarro y el cansancio y la fatiga intensa.