Es un síntoma frecuente y normal durante el embarazo, tratándose de uno de los primeros síntomas.
Esto se debe a los cambios hormonales, que estimulan no sólo el aumento de los fluidos sanguíneos, sino también el fluido urinario. Además, durante el embarazo mejora la eficacia de los riñones, ayudando al cuerpo a eliminar con mayor rapidez los productos sobrantes y tu útero en desarrollo presiona la vejiga, que tendrá menos espacio de almacenamiento para la orina.
Esta sensación suele mejorar en cuanto el útero llega a la cavidad abdominal, durante el segundo trimestre, y no suele reaparecer hasta el tercer trimestre.
Sin embargo, esta sensación puede variar de una mujer a otra; algunas casi no notan cambio alguno, mientras que otras tienen más ganas de orinar a lo largo de todo el embarazo.
Para ir menos al baño, puedes seguir los siguientes consejos:
–Evita tomar bebidas que tengan que tengan un efecto diurético, como el café o el té.
–Inclínate hacia delante mientras orinas: esta medida permite vaciar por completo la vejiga, aunque no tiene una eficacia demasiado notable.
–No disminuyas la ingesta de líquidos con tal de ir menos veces al baño: es importante para tu salud y la de tu bebé que estés bien hidratada.
–Reduce la ingesta de líquido durante las horas previas a irte a la cama: para evitar ir al baño muchas veces por la noche.
El orinar con frecuencia puede ser señal de algún problema de salud, por lo que será necesario que consultes con tu matrona/médico si:
-Sientes dolor o ardor al orinar.
-Sientes la necesidad de ir al baño con mucha frecuencia, pero sale muy poca cantidad de orina y/o el color de la orina es rojizo: esto puede ser indicativo de infección urinaria.
Si tienes dudas, ¡La Matrona Responde!