Se considera normal tener miedo a lo desconocido, como puede ser el parto de tu primer bebé.
Muchas mujeres relatan durante el embarazo e incluso antes de estar embarazadas, sus miedos, no solo de que algo salga mal durante el parto, sino sobre el miedo de hacer algo embarazoso.
La idea de chillar o llorar, o de vaciar involuntariamente la vejiga o el intestino, puede ser embarazosa en este momento, pero durante el parto, la vergüenza será desplazada por otras emociones.
Además, los profesionales que acompañamos a la mujer durante el parto, estamos acostumbrados a todo tipo de situaciones, que consideramos normales, por lo que no nos sorprenderán en absoluto.
Por lo tanto, es importante dejar de lado las posibles inhibiciones y dejar fluir el parto como la naturaleza lo presente.
Si eres una persona emotiva y extrovertida, no intentes reprimir tus quejas, o gritos. Si por el contrario eres una persona muy introvertida y prefieres ahogar tus sollozos en la almohada, no te preocupes y haz lo que te pida el cuerpo.