Hoy os voy a hablar sobre los cambios digestivos en el embarazo, ya que es un tema sobre el que me preguntan muchas mujeres.
El aparato digestivo es muy sensible a los cambios que se producen durante el embarazo, sobre todo en el primer trimestre, ocasionados por la hormona del embarazo y por el cambio del metabolismo de los hidratos de carbono.
Aunque los síntomas más comunes son nauseas, vómitos y alteraciones en el gusto, también pueden aparecer otros como: hipersensibilidad en el olfato, disminución en el pH gástrico (acidez) y aumento de la salivación.
En el último trimestre, el aumento del útero desplaza al estómago hacia arriba, y los intestinos hacia atrás, provocando ardor de estómago y gases.
Los niveles elevados de progesterona originados durante el embarazo relajan la musculatura gastrointestinal y disminuyen la motilidad gástrica y la relajación de la puerta de entrada al estómago, lo que hace que aumente el tiempo de vaciamiento del contenido gástrico, ocasionando digestiones lentas y pesadas. La progesterona también actúa sobre el intestino, ralentizando el tránsito intestinal y favoreciendo el estreñimiento y las hemorroides.
El hígado también puede verse afectado por los cambios hormonales del embarazo.
Finalmente, el efecto proliferativo de los estrógenos produce congestión e inflamación de las encías, siendo más fácil su sangrado por este ablandamiento de su tejido.