Una perla de leche en la mujer que da el pecho es un punto blanco, pequeño, brillante y nacarado, que se infla cuando mama el bebé y se desinfla después.
Se produce por la obstrucción de uno o varios conductos debido a causas traumáticas o a una infección.
Suelen doler mucho y es necesario, por tanto, tratarlas adecuadamente para la pronta resolución del cuadro. Se recomienda dar el pecho tan frecuentemente como sea posible.
Se puede hacer una extracción manual de la leche y después de la ducha frotar suavemente el pezón para reventar la perla de leche, aunque también se puede probar con una aguja esterilizada.
La aplicación de presión detrás del pezón con un suave masaje se ha comprobado que puede mejorar el estado. También se recomienda aplicar un disco de lactancia untado con aceite de oliva o vinagre sobre el pezón dentro del sujetador.
Mejora la clínica el no llevar sujetador o mejor sin aros, colocar hojas de col sobre la zona congestionada o incluso la aplicación de pequeñas vibraciones sobre la zona afectada.
Entre los cuidados dietéticos se recomienda ingerir abundantes líquidos, la ingesta de dos cucharadas de lecitina al día y evitar los productos lácteos, el azúcar, los cacahuetes, el chocolate, las grasas o la cafeína.
Sin embargo, lo más recomendable es acudir a una matrona u otro profesional especializado para que realice un tratamiento individualizado.