Aunque los sofocos no originan daños físicos ni representan un peligro para la salud, parece haber razones psicológicas que los motivan.
Los bajos niveles de estrógenos encontrados durante la menopausia son la causa más importante de que éstos ocurran.
El alcohol, la cafeína y los alimentos con especias también pueden precipitar los sofocos, al igual que puede ocurrir al pasar de un ambiente fresco a uno caliente. El estrés es otro factor que favorece su aparición.
Sin embargo, no hay manera de saber cuántos meses o años pueden durar los sofocos en el cuerpo de una mujer. Las fumadoras y las obesas pueden presentar sofocos más severos y puede que sean más frecuentes.
Los sofocos pueden presentarse como consecuencia de otros problemas de salud, como la diabetes, presión arterial alta o hipertiroidismo (producción excesiva de hormona tiroidea), etc.
Por todo esto, es importante que acudas a tu médico/matrona si presentas cualquier síntoma que te preocupe e incomode para poder buscar la solución más adecuada según tu situación particular.
Si tienes dudas, ¡pregunta a tu matrona!