Amamantar no duele y es placentero para madre y bebé. Una buena posición al pecho permite al bebé un menor esfuerzo y un estímulo adecuado y eficaz para alcanzar una buena producción de leche, el bebé se queda satisfecho, el aumento de peso es el adecuado, la madre no tiene sensación dolorosa ni grietas y ambos disfrutan de la lactancia.
Si hay dolor es signo de que la postura se ha de corregir. En este caso se puede romper el vacío de la boca del bebé metiendo un dedo por la comisura de la boca y comenzar de nuevo.
Para amamantar la mamá tiene que estar relajada y disfrutar del momento junto al bebé. De esta forma si se está relajada las hormonas harán que la leche fluya de una manera más fácil.
Existen multitud de posiciones que puede escoger la mamá a la hora de dar el pecho. Una de las más frecuentes es la posición sentada. La espalda debe estar recta, apoyada en el respaldo, los pies bien apoyados en el suelo y las rodillas ligeramente más altas que el regazo, siendo conveniente en algunos casos ayudarse de un reposapiés.
Facilita la posición, al menos las primeras semanas, colocar una almohada sobre el regazo de la mamá y colocar encima al bebé.
Es importante que el cuerpo de la mamá y el bebé se mantengan barriga con barriga, tanto si la madre está tumbada o sentada,
El pecho debe estar delante del niño, no encima, y en posición sentada la cabeza del bebé reposa sobre el antebrazo de la madre, no en el pliegue del codo ni en la muñeca.
Si la madre necesita sujetar el pecho porque es demasiado grande, conviene que lo haga poniendo la mano en forma de C, con el pulgar encima y los demás dedos debajo. No es conveniente sujetar el pecho en forma de pinza, ni presionar el pecho ni hacer un hueco para que el bebé respire mientras mama, porque de esta manera se desplaza la posición del pezón y se complica la succión.
Un indicador de posición correcta, cuando la madre está sentada, es que la oreja, el hombro y la cadera del bebé estén en línea recta.
En todas las posiciones lo fundamental es la posición de los labios y la lengua del bebé para evitar complicaciones. Para favorecer esto es necesario que el bebé tenga la nariz del bebé a la altura del pezón y acercar el bebé al pecho y no el pecho al bebé.
Antes de atraerlo hacia el pecho, cuando va a empezar a mamar, la boca del bebé debe estar abierta completamente, como cuando bosteza, para que pueda tomar gran parte del pecho y no solo el pezón.
Los brazos del bebé rodearán a los de la madre en un brazo, uno por encima, y el otro rodea el cuerpo de la madre y no debe quedarse atrapado entre ambos, ya que de esta manera se dificulta la succión.
Signos de una posición correcta
- Labios doblados hacia fuera.
- Se ve más areola por encima de la boca que por debajo.
- Las mejillas del bebé están redondeadas y se mueve su mandíbula, sien y oreja como si masticara.
- La nariz se apoya ligeramente sobre el pecho.
- La lengua del bebé está por debajo del pecho.
- El bebe succiona y traga con pausas ocasionales y se oye cuando traga.
- El pecho se ve redondeado mientras mama el bebé.
- El bebé suelta el pecho espontáneamente.
- La cabeza del bebé está inclinada según sea la dirección del eje del pecho.
- La madre no tiene sensación dolorosa.
Signos de una posición incorrecta
- La posición incorrecta se produce cuando el bebé mama solo del pezón, por lo que va a producir dolor y grietas. Además, el vaciado del pecho no va a ser el adecuado, provocando ingurgitación mamaria, inflamación, y en ocasiones hasta mastitis. El bebé necesitará en estos casos mamar mucho tiempo y nunca suelta el pecho por sí mismo.
- Más areola por debajo de la boca del bebé que por encima.
- El labio inferior está doblado hacia adentro.
- La boca del bebé no está bien abierta.
- El mentón no toca le pecho.
- El pezón queda aplastado después de mamar.
- Las mejillas del bebé se hunden hacia dentro.
- El pecho está tirante como si lo estiraran durante el tiempo que mama.
Posición de cuna
- Es una de las posturas más utilizadas.
- Se puede colocar un cojín específico para la lactancia o como alternativa se puede colocar una o dos almohadas en las piernas, para poner al bebé encima y proteger la espalda.
- La mamá sujeta el cuello y cabeza del bebé con el mismo brazo y mano del pecho que ofrece.
- Para que el cuello no esté flexionado, en la mayoría de los casos, es necesario colocar la cabeza en el antebrazo en lugar de en el codo y la mano en la espalda en lugar de en las nalgas.
- Habrá que asegurarse de que el bebé está contra el pecho a la altura adecuada.
Posición recostada
- Esta postura es especialmente útil para el descanso materno o cuando hay dolor en la zona de los genitales.
- La mamá se recuesta de lado con almohadas tras su espalda y flexiona la pierna de arriba hacia adelante.
- El bebé se colocará también acostado de lado, mirando a la mamá y con la cabeza apoyada sobre el colchón (no sobre el brazo de la madre)
- El pezón debe quedar a la altura de la nariz.
Posición de rugby
- Esta postura va muy bien en cesáreas, cuando los pechos son muy grandes o cuando se necesita drenar el cuadrante externo de la mama.
- La mamá sujeta el cuerpo y la cabeza del bebé con el antebrazo y la mano del mismo pecho que va a dar, por lo que le queda una mano libre para ayudar al bebé en el agarre si lo necesita.
- El cuerpo del bebé queda por debajo del brazo de la madre, y los pies del niño hacia la espalda de la madre.
- Puede ayudarnos en esta postura el tener una almohada o cojín de lactancia.
Posición de crianza biológica
- Esta postura es especialmente útil cuando hay problemas con el agarre, ya que favorece que el bebé ponga en marcha sus reflejos instintivos.
- La madre se colocará medio tumbada y encima a su bebé con la cara entre sus pechos.
- La mamá permitirá que sea el bebé quien se desplace hacia su pecho y realice un agarre espontáneo.
Posición de caballito
- Esta postura es especialmente útil en problemas con el paladar, reflujo gastroesofágico, catarros, etc.
- El bebé se coloca sentado a caballito sobre el muslo materno, con la cabeza frente al pecho.
- Con una mano se sujeta al bebé por la espalda y con la otra se favorece el agarre.