El método canguro se basa en el contacto permanente piel con piel entre la madre y el recién nacido, con lo que se consiguen una serie de importantes beneficios. El mensaje clave es que nunca hay que separar a la madre del recién nacido. Los beneficios de este método son incluso más importantes para los bebés prematuros.
Este método consiste en colocar al recién nacido sobre el pecho de la madre o del padre, de tal forma que la pared anterior del tórax del niño contacte con la piel de la madre o padre.
La cabeza del niño debe quedar vuelta hacia un lado y levemente extendida, para favorecer el contacto visual.
El método canguro se practica generalmente con recién nacidos prematuros estabilizados pero puede realizarse con recién nacidos a término. Se inicia en el hospital y puede continuarse en el hogar.
Este método no sólo tiene beneficios para el recién nacido sino también para la madre, previniendo el desarrollo de una depresión postparto. Se ha comprobado que procediendo de este modo se estrechan lazos afectivos entre madre e hijo, aumenta la autoconfianza de la madre en el cuidado de su hijo y su capacidad para lactar con éxito, disminuye el llanto del recién nacido, se mantiene la temperatura del recién nacido y se acelera su adaptación a la vida fuera del útero.
Solicita más información a tu matrona y pide que te ayude a llevarlo a cabo.