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Hoy os voy a hablar sobre qué es el suelo pélvico.

El suelo pélvico es el grupo de músculos que recubren el suelo de la pelvis y que están relacionados de forma directa con la continencia urinaria y anal, así como la sujeción de los aparatos urinario, reproductor y digestivo.

El suelo pélvico está delimitado por cuatro estructuras óseas: el pubis, los dos isquiones y el coxis, que forman un rombo. Este rombo está formado por dos triángulos: uno anterior (diafragma urogenital), que contiene la uretra y la vagina, y otro posterior (diafragma pélvico), que contiene la parte anal del recto. 

Entre el diafragma urogenital y el diafragma pélvico, es decir, entre la vagina y el ano, se encuentra el centro fibroso del periné. Es un punto estratégico, el punto de principal anclaje de muchos de los tejidos del suelo pélvico. Es fácil mirarlo y tocarlo, y constituye un buen punto de referencia para conocer el estado general de esta zona. El centro fibroso tiene, o debería tener, un tacto resistente y elástico. No debería estar abombado hacia fuera en reposo ni ser demasiado blando. Y, durante la contracción del suelo pélvico, debe endurecerse y meterse hacia el interior del cuerpo. Si observas que se abomba hacia fuera, es tiempo de acudir a un especialista para que valore tu suelo pélvico.

El suelo pélvico, en realidad, forma parte de un conjunto más grande: la esfera abdómino-pélvica. El techo de la esfera es el diafragma, las paredes son la musculatura abdominal profunda (transverso del abdomen) y la parte inferior es el suelo pélvico. Los tres configuran una unidad funcional, es decir, se relacionan entre sí, trabajan juntos.

Anatómicamente, el suelo pélvico es complejo. Se organiza en tres capas, pero a efectos prácticos hablaremos de dos niveles: profundo y superficial.

MÚSCULOS PROFUNDOS

Los músculos profundos están relacionados con la sujeción y el sostén de las estructuras. El más profundo es el elevador del ano, un músculo muy grande que cierra la pelvis por abajo. Tiene forma de U y rodea la uretra, la vagina y el recto, lo que permite el paso a través del hiato urogenital. Es tan grande que tiene cuatro fascículos con nombre propio: puborrectal, pubococcígeo, pubovaginal e iliococcígeo. El elevador del ano es el rey del suelo pélvico. Es el más grande, y el más implicado en la mayoría de los problemas. El músculo puborrectal hace una lazada alrededor del recto y la vagina, generando el ángulo anorrectal, un elemento clave en la continencia y en la correcta sujeción de las vísceras. Junto con el músculo coccígeo, el gran elevador del ano forma el llamado diafragma pélvico, una estructura en forma de embudo que configura la mayor parte del suelo de la pelvis.

MÚSCULOS SUPERFICIALES

Entre los músculos superficiales, destacan los que rodean la vagina y la uretra (isquiocavernoso, bulboesponjoso, transverso superficial…) además del esfínter anal. Los músculos superficiales están relacionados básicamente con el cierre y contención, pero también con el mundo sexual. Los músculos bulboesponjoso e isquiocavernoso se insertan en el clítoris y contribuyen a su erección.

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