Al inicio del embarazo pueden aparecer diferentes síntomas que las mujeres pueden describir en la mayoría de los casos.
Una de las primeras cosas que puede ocurrir, en el 30% de las mujeres, es el sangrado de implantación, que consiste en un sangrado escaso de características marronáceas que suele coincidir con los días de la menstruación y que algunas mujeres lo confunden con ella.
Los pechos también pueden experimentar cambios ya desde las primeras semanas de embarazo. Pueden ser un poco menos pronunciados si ya se han tenido otros hijos. Los más frecuentes son sensación de tirantez, hipersensibilidad mamaria hormigueo y oscurecimiento de la areola.
Otro síntoma frecuente es la sensación de hinchazón y flatulencias, debido a los cambios hormonales y acción mecánica del pequeño útero en expansión.
La fatiga, falta de energía y somnolencia puede aparecer ya desde las primeras semanas de embarazo y es uno de los primeros síntomas que hacen sospechar a una mujer su posibilidad de estar embarazada.
Las náuseas, aunque la mayoría las mujeres no empieza a notarlas hasta las 6 semanas pueden aparecer desde casi el principio del embarazo y ir o no acompañadas de vómitos. Normalmente desaparecen a partir de las 12-14 semanas del embarazo pero en algunas mujeres pueden continuar durante todo el embarazo, requiriendo de medicación y en casos excepcionales incluso de hospitalización.
Muchas mujeres describen en el embarazo nuevas sensaciones olfativas, aumentando su sentido y aversiones alimentarias.
Las ganas de orinar frecuentes es el síntoma que delata a la mujer recién embarazada. Suele mejorar en el segundo trimestre. Para volver a empeorar en el tercero.
La amenorrea o ausencia de menstruación hace valorar la necesidad de una prueba de embarazo para salir de dudas.
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