¿Qué tipos de parto conocéis? ¿Qué tipo de parto os gustaría tener?
Cuando se nombra el parto, se suele hablar del parto normal, que debería ser el más común, pero el uso generalizado de la analgesia epidural como tratamiento para del dolor del parto y su excesiva medicalización ha originado que solo un pequeño porcentaje de mujeres decidan parir así.
Además del parto normal, por tanto, existen otros muchos tipos de parto que os contaré a continuación. Ninguno es mejor ni peor que otro si tienen lugar en el contexto adecuado.
Hace unos años, en la década de los años 40 y 50, la mayoría de los partos tenían lugar en las casas. Nuestras abuelas parieron así.
Sin embargo, en las décadas posteriores los nacimientos se trasladaron a los hospitales, donde se medicalizó el parto, un proceso que es fisiológico; y además la mujer pasó a un segundo plano, anteponiendo los intereses de los sanitarios antes que los de ella. Así parieron nuestras madres.
Aunque actualmente el parto más común en nuestro entorno continúa siendo el parto en el hospital con epidural, cada vez se respeta más y se interviene únicamente en caso de necesidad. Así tienen la suerte de parir la mayoría de las mujeres hoy en día.
PARTO NORMAL
Es un proceso fisiológico único por el que una mujer finaliza su embarazo a término e implica factores psicológicos y socioculturales.
Su inicio es espontáneo, se desarrolla y acaba sin complicaciones, y no implica ninguna otra intervención que, únicamente el apoyo integral y respetuoso en el nacimiento.
La aplicación de la tecnología ha generado mejoras en la atención al parto, ya que actualmente es más fácil controlar los partos de riesgo que presentan complicaciones y, mejorar así los resultados de salud materno-infantil. Sin embargo, el uso de la tecnología se ha extendido también a la atención al parto de bajo riesgo, lo que supone a veces una medicalización innecesaria.
Por este motivo, muchos profesionales se plantean el excesivo intervencionismo en el parto normal, que en muchas ocasiones produce malestar en las mujeres y sus parejas respecto a la vivencia del parto y además aumenta el riesgo de complicaciones.
La atención al parto normal implica dejarlo evolucionar de manera fisiológica, sin intervenir, aunque controlando el proceso para detectar cualquier desviación de la normalidad.
El parto normal conlleva que la mujer y su acompañante tengan conocimientos amplios sobre las diversas técnicas de alivio no farmacológico del dolor y que la matrona proporcione ayuda y seguimiento durante todo el proceso del parto. Además, requiere igualmente que no se apliquen técnicas innecesarias, que se adecue el entorno físico en el que se realizará la dilatación y el parto a las necesidades de la mujer y, en general, que se respeten sus decisiones y las de su pareja en todo lo que se refiere al nacimiento de su bebé.
PARTO INSTRUMENTAL
Si el bebé y la mamá necesitan ayuda en la fase de expulsivo, es probable que sea necesario utilizar algún tipo de instrumental.
En principio, el riesgo de la instrumentación es bajo, pero se deberá realizar una valoración cuidadosa de la situación para utilizarlos únicamente cuando estén indicados.
Entre las indicaciones encontramos:
- Sospecha de la pérdida del bienestar fetal.
- Periodo de expulsivo prolongado con contracciones adecuadas.
- Malas posiciones fetales.
- Necesidad de disminuir los esfuerzos maternos.
Dentro de los partos instrumentales distinguimos: parto con fórceps, parto con espátulas y parto con ventosa.
Parto con fórceps
Son una especie de cucharas articuladas, que sujetan la cabeza del bebé dentro del útero y le acompañan para ayudarlo a salir.
Se utilizan cuando los fetos están mal colocados y no quieren acabar de descender por el canal del parto.
Parto con ventosa
Es una cazoleta pequeña metálica que se coloca sobre la cabeza del bebé y se conecta a una maquina que quita el aire, produciéndose así el vacío.
Una vez conseguido, se estira suavemente ayudando al descenso de la cabeza del bebé.
Puede quedar una zona sobreelevada en la cabeza del bebé que desaparecerá a los días.
Parto con espátulas
Son un instrumento metálico que consta de dos brazos y acaban en una especie de cuchara.
Son muy parecidos a los fórceps, pero se diferencian de éstos, en que las espátulas no se articulan.
Las espátulas actúan sobre la cabeza del feto como un calzador y su principal función es facilitarle el descenso y la tracción de su cabeza.
Normalmente se usan en los mismos casos en que se requieren fórceps, pero no permiten colocar bien a los fetos.
Las espátulas se consideran menos traumáticas que los fórceps porque hacen menos presión sobre la cabeza fetal.